viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 6

 


Kassandra sufre una fuerte impresión al ver a su amado, a su amante casándose con otra. Lo mira decepcionada. Está entre las camareras así que la van empujando hacia la zona de servicio. Está muy decepcionada. Benicio se lleva las manos a la cabeza. No quería perderla, no quería lastimarla. No quería que ella se entera asi.
--¡mierda¡ 
La princesa esta feliz:
--¿qué pasa, mi vida?
Benicio fuerza una sonrisa:
--no, nada ¿me permites un segundo?
La princesa lo agarra del brazo:
--¡No¡ ¿a donde vas?
Kassandra se deja llevar con todos los meceros. Benicio la busca con la mirada pero su esposa no deja que se vaya.
--¡esto es una pesadilla, esto no puede estar pasando¡ --susurra él.
La princesa no hace más que sonreir. Para ella se le ha cumplido un sueño.
--sonríe, mi amor.
Ella se nota feliz, toda la vida la han preparada para ese momento. La resignación con la que se ha casado con un desconocido que la desprecia es algo que molesta mucho a Benicio y lo aleja aún más de su esposa.
--Mira rubia...
La princesa lo interrumpe:
--Candela, me llamo Candela.
Ella se muestra amorosa. Ha cumplido con su deber y el hecho que el príncipe sea tan atractivo hace las cosas más faciles. Benicio es muy frío:
--No importa tu nombre... en realidad ya no importa nada.
Kassandra ya no está al alcance de su vista. Él se lleva las manos a la cabeza angustiada. Candela lo abraza feliz:
--¡es nuestra boda, tienes que estar feliz¡
Benicio se aparta de ella brusco. Quiere  buscar a Kassandra:
--Mira rubia, Candela o como te llames. No sé que esperas de la vida pero yo no voy a seguir con esta falsa.
Benicio, una vez más, se quiere ir y una vez más su esposa no se lo permite. Sonriendo a los fotógrafos y con voz baja y enérgica:
--tu a mí no me vas a dejar en ridículo. Eres mi marido y te quedas a mi lado.
--Estas equivocada rubia.
Es la madre del principe quien media entre el matrimonio. Habla en un susurro:
--ya hijo. Piensa en tu padre. Es la boda que él quería.
--Por lo mismo --dice Benicio-- no me parece lógico festejar mientras mi padre se muere. Está solo.
--sólo es un rato más, hijo.
Benicio se resigna a seguir con su esposa pero no deja de pensar en Kassandra que está en algún lado de la fiesta. Se abre el baile nupcial. Benicio esta muy serio, busca a alguien con la mirada. Candela es la imagen viva de la felicidad.
--sonríe un poco --le regaña ella.
De repente al príncipe se le ilumina la cara. Ve a Kassandra sirviendo copas. Enseguida se acerca a su suegro.
--¡cambio de pareja¡
Aunque en vez de bailar él con la suegra se escapa a buscar a Kassandra.
--tenemos que hablar. --le dice el sofocado.
La gitana lo ignora:
--estoy trabajando.
--¿qué haces acá?
Kassandra lo mira herida:
--¡¡esto es el colmo¡ ¡eres un descarado¡
Benicio se da cuenta que su esposo lo está mirando. Se pone nervioso.
--por favor, tenemos que hablar. Mañana te vengo a ver y te cuento todo.
--¡¡olvidate de mí, estás muerto para mí¡
--No me hagas esto --suplica él desesperado-- si en serio me amas me tendrás que escuchar.
Kassandra muy herida le dice:
--No te amo, te odio.
--No me digas eso --le pide el con los ojos llorosos.
Candelal os interrumpe:
--¿qué ocurre aquí?
Candela abraza a su esposo enciendo los celos de Kassandra:
--¿¿qué pasa con esta mucama?
Benicio mira con miedo a Kassandra. Por su padre teme que le haga un escándalo. Teme que la lastimen a ella. A Candela no le gusta nada la manera en la que se miran su marido y la gitana. Es muy despectiva:
--¿pasa algo con la mucama? No necesitamos nada, vuelve a la cocina.
A Benicio le duele el desprecio con el que la trata y su odio por ella es infinito. Sin poder contener la rabia, Kassandra agarra una copa de champán y se la tira a Benicio por la cabeza por estupor de todos. Benicio mira a su amada dolido. Se da cuenta que todo está roto para ellos. Benicio sólo piensa en ir con Kassandra pero como Candela no lo deja ir hace todo lo que ella quiere. Siente mucha bronca mientras se dispone a hacer suya a su esposa. Desea desahogarse. Pero pese a todo busca algo que tiene en la mesita de noche. Un condón.
--eso no hace falta.
--Ya dejé de usarlo por mucho tiempo --dice triste pensando en Kassandra-- pero ahora...
--¿¿ahora qué? --pregunta Candela ofendida.
Con Kassandra a Benicio no le importó el riesgo pero con Candela no. La muchacha no dice nada.  Candela queda dormida satisfecha después de la consumación del matrimonio. Benicio siente desprecio de ella y de él mismo. Se levanta totalmente desnudo. Se viste a toda prisa pensando en Kassandra.
--Me ama. Ella comprenderá.
No le gusta proponer que sea su amante pero es lo único que le puede ofrecer.
--si, ella lo aceptará.
Está convencido del amor de la gitana, está seguro que ella no lo dejará escapar. Kassandra está muy dolida. Hubiera aceptado cualquier cosa pero no el engaño. Recoge sus cosas, sus dos cuadros decidida a poner tierra de por medio. Justo llega al aeropuerto cuando Benicio se acerca al estudio. Se le parte el alma al verlo vacío.
--¡¡no me puede dejar, no me puede dejar¡¡
Sufre un gran dolor cuando la busca en la pensión en la que se alojó los primeros días pero no sabe nada de ella. Benicio la busca por todos lados. No sabe que está rumbo a Argentina.

(como Kassandra y  como dorinda)


Kassandra se refugia en brazos de su abuela.
--¡¡me engaño, me engaño¡¡
Dorinda se enfada pero consuela a su nieta.
--¡¡maldito, maldito¡¡
Al descubrir los dos cuadros del principe Dorinda los quiere destruir pero Kassandra no se lo permite:
--¡¡te prohibo que los toques, te lo prohibo¡
--entra en razón, es la prueba de tu pecado.
Esos cuadros significan mucho para Kassandra y no está dispuesta a que los destruyan:
--¡¡júrame, júrame que jamás destruirás estos cuadros¡
--está bien, te lo juro --dice a regañadientes.
Luego Dorinda alza los brazos. Mira al cielo y en tono fatalista dice:
--¡¡maldito sea él y todos sus descendientes¡ ¡¡que la ira de mi Dios caiga sobre ellos, que no sea feliz, que nunca sea feliz¡
Kassandra se desmaya en ese momento. Por su lado Benicio llega al hospital. Entra en silencio. Espera encontrar a su padre agonizando pero se lo encuentra de pie,  fumando celebrando su victoria. La madre está con él.
--¿y ahora?
--Pues ocurrirá un milagro. El tonto de Benicio nunca sabrá que fingí mi enfermedad para casarlo.
--¿y sí te descubre?
--ya es tarde. Ya está casado.
Al darse cuenta del engaño Benicio les grita:
--¡¡pero existe el divorcio¡ 
y sale disparado. Cruza sin mirar y un camión se lo lleva por delante ante los horrorizados ojos de sus padres. La madre se abraza al cuerpo de su hijo:
--¡¡está muerto, está muerto¡ --grita como loca.
Por su parte Kassandra descubre que esta esperando un hijo.

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