viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 50 y último

 



Después de tanto tiempo buscando ese cuadro, Cruz no se puede creer que al fin lo tenga delante. Se lo queda mirando fijamente. Andrea está muy sorprendido.
--¿te ocurre algo? 
Cruz tiene que fingir.
--no nada.
--¿nos vamos?
--si claro.
Andrea se lo lleva a sus aposentos sin que nadie los vea. Lo besa. Caen a la cama.
--¿te ocurre algo?
Y Cruz no hace más que pensar en el cuadro.
--No, no. Sólo que este palacio es demasiado grande. No me imagino viviendo aquí.
Andrea está feliz:
--me parece un sueño. Es un sueño estar aquí contigo. Haremos lo que tú digas. Viviremos donde tú digas.
Andrea está tan enamorado que no le importa nada con tal de estar con él. Aunque Cruz es el que lo ha convencido de que lo dejara todo por él era para estar en ese lugar. Se muestra enamorado:
--no me gusta estar aquí pero tal vez sea muy egoista por mi parte pedirte que lo dejes todo. Mientras no me ocultes como a un amante. Pues nada me importa.
--En la noche lo anunciamos a la familia.
Cruz y Andrea se besan por largo rato. Luego Andrea deja a Cruz que se habitúe a su hogar mientras él va a ordenar el desayuno. Cruz lo mira sonriendo. Le llama Juan al celular.
--ahora no puedo hablar. Estoy con tu hermano.
 Pese a que Cruz habla flojo Andrea ha vuelto atrás porque le ha extrañado oír un celular y está escuchando pegado a la puerta. Cruz se mete en el baño para asegurarse que no le oyen pero Andrea entra y pega su oreja al oído. Juan le reclama a Cruz:
--¡¡eres una bestia¡ ¿¿como te acuestas con mi hermano después de acostarte contigo??
Cruz se olvida de donde está y ataca a Juan:
--¡¡sí me acosté con tu hermano ¿y? Me acosté con tu hermano por lo mismo que me acosté contigo, boludo, por encontrar el cuadro de tu padre y ya lo encontré¡--con burla-- Andreíta hará un anuncio en la cena, aprovecharé el desconcierto para que tú entres y te robes el cuadro.
Andrea está horrorizado. Abre la puerta. Mira a Cruz con el rostro desencajado. Cruz pálido cuelga.
--¡¡aló? Aló? 
Juan se enfurece:
--¡¡me cortó el muy boludo¡
Cruz se acerca a Andrea como si nada.
--mi amor, ¿¿qué pasa?
Andrea lo abofetea con todo el dolor que siente:
--¡mentiroso¡
Cruz trata de negar pero Andrea ya no se deja engañar. Andrea está muy impresionado.
--¿mi hermano?¿el cuadro? ¡¡que es todo esto¡
Cruz trata de hacerlo olvidar con su seducción pero no lo logra.
--¡o me dices de qué va todo esto o llamo a la policía¡¡
Cruz entonces se da cuenta que su única opción es la verdad.
--siéntate, es largo.
Andrea siente el dolor de su vida al saberse engañado. No dice nada. Cruz le cuenta de Kassandra, del hijo de Benicio, del asesinato de su padre, del cuadro. Luego apela a su amor:
--¿me vas a ayudar? Necesito ese cuadro.
Andrea lo mira con rencor. Con ojos de sangre:
--¿en serio me crees tan tonto como para ayudarte en esto?
--A mi papa lo mataron por eso. Era la voluntad de tu padre que eso se encontrara. --le dice Cruz buscando su compasión.
Pero a Andrea no le importa nada:
--Me mataste ¿¿qué te hice yo? --roto de dolor.
--No, no fue nada personal¡entiéndeme¡ --desesperado.
Andrea está deshecho se levanta. Se aleja de él.
--¡¡vete y no vuelvas o te voy a denunciar¡




Cruz regresa al hotel. Cuenta lo que ha pasado.
--¡¡¿¿y porqué dijiste la verdad? --Clara.
--Es lo único que se me ocurrió --Cruz.
--¡¡eres un boludo¡ --Juan.
--¡¡fue tu culpa, no debiste llamarme¡ ¡lo hiciste a drede¡
--¡¡yo no podía saber que estabas con Andreita¡¡
--¡¡no ha sido casualidad, así te enteraste tú de la verdad y lo has hecho para vengarte¡
Juan no puede defenderse porque en el fondo tenía la esperanza de que Andrea se enterara del engaño para que viviera lo mismo que él. Los dos chicos se pelean entre ellos. Juan siente una gran bronca. No le perdona que se haya acostado con su hermano. Las chicas median entre ellos.
--¡¡ahora tenemos que a ver como le seguimos¡ --Maria Lidia.
Los cuatro se callan pues no lo saben.

Mientras Andrea está en los aposentos de su madre. Le ha contado esa misma historia de Cruz pero Carlota no quiere creer en la existencia de un hijo de la gitana. Tampoco le permite que su hijo revise el cuadro y cuando Andrea lo descuelga a la fuerza Carlota llama a gritos a su marido. Gino llega cuando Andrea ya ha encontrado los papeles que Benicio escondió en el fondo de detrás del cuadro. Gino entra y reconoce esos papeles. No puede creer que lo haya tenido más cerca.
--¿¿¡qué es esto abuelo?
Gino se los pide.
--¡¡Tanto el padre como el abuelo de Cruz murieron por esto.¡ ¡¡¿¿que tienes que ver tu con esto?¡ --Andrea con reclamo.
--¿¿quien es Cruz?
--El hijo de Pablo. El verdadero...
Gino no deja que su hijo continue:
--¡te callas¡
Gino enloquece al saber que hay un heredero de esa estirpe que su familia su empeño en destruir. Ya piensa en que le dirá a Iván que lo mate.
--Dame esos papeles.
Pero Andrea no piensa ser cómplice de su padre.
--¡¡voy a ir a la policia¡
Carlota no entiende nada. Gino saca una pistola y amenaza a Andrea con un arma.
--Este secreto no saldrá de aquí, aunque seas mi sangre. Te mato¡¡¡
Tanto Andrea como Carlota están horrorizados por el odio que ven en la mirada de Gino.
--¿serías capaz de matarme por esto? --pregunta Andrea incrédulo mostrando los papeles.
Gino está dispuesto a todo para que no se sepa el contenido de esos documentos. Con orgullo dice:
--¡¡soy el Principe de la Civetta y moriré con ese honor¡
Pese a que está muy herido por el engaño de Cruz, Andrea no está dispuesto a permitir que se haga una injusticia.
--¡¡no somos nada¡ 
--¡¡te callas¡
Y dispara a su hijo pero Iván entra en ese momento. Grita no y se pone en medio. Él cae  herido de muerte. Andrea se arrodilla conmocionado porque le ha salvado la vida. Sabiendo que va a morir está tranquilo porque está en los brazos de Andrea, Iván se confiesa:
--Yo maté a Pablo tal y como el mío mató al de éste y todo por orden de Gino. Él me enseñó a matar desde niño. Lo llevo en la sangre.
--¡Te callas! --dice Gino,
Quiere rematar a Iván para que no hable pero Carlota se pone en medio:
--¡¡no, quiero que hable¡
Gino mira a su esposa con odio:
--¡¡no sabes lo que haces¡
Con rabia le dice:
--sólo sé que mi hijo murió por tu culpa¡¡
Iván agoniza en brazos de Andrea:
--Fue mi padre el que mató al padre de Pablo. Tu me enseñaste a amar.
--siempre te quise... --Andrea muy impresionado.
Iván le pide un beso y Andrea se lo da.
--¡¡son una basura¡ --Gino escandalizado.
Gino quiere disparar pero Carlota se le enfrenta:
--¡¡no vas a matar a mi nieto¡
Riendo Gino dice:
--¡¡no es tu nieto. No es nada tuyo. Es mi hijo¡
Tanto Andrea como Carlota se quedan conmocionados. Ivan confiesa:
--él violó a tu madre, él es tu padre y me mandó matar a tu madre para callarla.
En ese momento muere. Andrea se quiere tirar encima de Gino para vengar a su madre pero Carlota se lo prohibe. Ella se tira encima de su esposo. Ambos caen al piso.
--¡¡Vete, entrega esos papeles a quien corresponda, así vengarás a tu madre¡¡
Andrea se va corriendo. Gino grita enloquecido: --¡¡no, no¡
Ni Gino ni Carlota se pueden levantar del piso.
Por la impresión de verse descubierto sufre dolores en el pecho. Él pide sus pastillas. Las tiene en el bolsillo y Carlota se las podría dar pero Carlota ni se mueve   y  se queda viendo como el estado de su esposo empeora. Y Gino muere observado por su esposa que se siente liberada


En el hotel los chicos creen que todo está perdido. Llaman a la puerta. Se sorprende al ver a Andrea:
--esto es lo que querías.
Andrea se queda al margen mientras que los chicos se lanzan a leer los documentos que escondió Juan. Cruz y Maria Lidia se quedan muy sorprendidos:
--¿¿qué es esto? --Cruz.
Muy triste Andrea dice a Cruz:
--Que tú eres el verdadero Príncipe de La Civetta.
Nadie da crédito a lo que oye. Andrea les resume lo que pueden leer en esos papeles:
--Gino De la Civetta, su familia son unos impostores. Todo lo empezó la hermana de la abuela de Gino De la Civetta que era la amante del verdadero príncipe de la Civetta. Para vengarse de su rechazo hizo un cambio de bebés el hijo recién nacido de su hermana  por el hijo del Principe de la Civetta. Así es como la estirpe de los Principes, vuestra sangre, fue despojada de lo que le correspondía, y mi sangre, tuvo un título que no le pertenecía.
Luego mira a Cruz:
--Tu padre, tu abuelo. Fue Gino quien los mandó matar. Tu bisabuela sospechó el cambio de bebés y dejó una nota, así tu familia trató de descubrir la verdad pero la familia de los Principes se deshacia de ellos. Supongo que como trofeo de sus delitos no quisieron deshacerse de los documentos. Nunca pensaron que un principe, Benicio de la Civetta, trataría de usar los documentos en contra de los Principes usurpadores.
En ese momento es Juan el que dice:
--nuestro padre.
Siente rencor por estar ante el amante de Cruz pero no puede olvidar lo que ha hecho por ellos. Andrea está triste pero tampoco lo quiere demostrar. Le dice:
--No. Tu padre no era mi padre. Mi padre... Es Gino. Él violó a mi madre,  la viuda de tu padre, y la mató para que no contará la verdad.
Cruz lo ve tan triste que lo abraza. Andrea se aparta de él.
--ahora quiero volver a casa. Llamé a la policia. Quiero saber que pasó con Gino.
Cruz siente culpa de haberlo engañado, de no haber confiado en él.
--Yo siento lo que pasó. Yo no sabía qué... 
Andrea no lo deja seguir:
--Ya no importa.
A Cruz le duele su dolor:
--gracias.
--no hay de qué  te pido perdón en nombre de mi familia... lo que hicimos... --habla con lágrimas en los ojos.
Cruz no lo deja seguir:
--No, no te humilles, después de todo lo que yo te hice...
--no te puedo guardar rencor. Era de justicia. espero que seas feliz.
--yo también  estoy seguro que a tu vida llegará ese príncipe.
Andrea se va muy triste, a los cuatro les conmueve. Juan mira a Cruz con mucho odio. Igual ahora que todo ha acabado no sabe qué van a hacer de sus vidas. Las chicas quieren vivir su amor. Juan lo tiene claro:
--¡¡no quiero volver a verte¡ --le dice a Cruz.
Cruz, el Principe de la Civetta de plenos derechos, no sabe qué hacer.

Es el propio Andrea quien hace la declaración en televisión, quien habla de los crímenes de Gino. Su entierro no es con honores. En fosa común. Sin nombre. Como le corresponde por sangre. Juan, Cruz y las chicas ven el entierro en televisión. Cruz se levanta y apaga la tele.
--pagó por sus delitos, lo enterraron como a un perro. Para un hombre como él no hay peor castigo


Esa misma tarde van invitados al Palacio de los Principes de la Civetta. Carlota está demasiado aturdida por lo que ha pasado. Le impresiona conocer a su nieto. A Juan le gusta que le hablen de sus padres. Carlota le confiesa lo mucho que Benicio  amó a Kassandra, de cómo Gino le hizo creer que se moriría para obligarlo a casarse con una princesa, que luego Benicio descubrió la verdad y fue cuando murió. Carlota quiere que Juan viva con ellos.
--eres lo unico que tengo.
Andrea está triste. Juan lo mira con cariño. Agarra la mano de su tío. La une con la de su abuela:
--no, tienes a Andrea... él es mi hermano. Te pido que lo quieras como siempre.
Andrea se siente un poco extraño al lado de Cruz después de saber que lo engañó. Cruz le pide hablar a solas. Juan siente celos. Andrea sueña que le diga que lo ama y Juan teme que lo haga. Cruz sólo quiere hablar de la herencia y a Andrea le duele. Ni Cruz ni María Lídia no quieren nada.
--No quiero ocupar un lugar que no me corresponde --Andrea.
--Yo no voy a reclamar nada. Aunque todo el mundo sabe la verdad tú sigues siendo el Principe.
--Yo no tendré hijos, nadie heredará el titulo.
--Me parece bueno.
--Cuando mi abuela se muera, cederé todo a asociaciones benéficas. A mi no me interesa nada.
--Me parece bien. Ni mi hermana ni a mí nos interesa nada.
--a mi menos.
Cruz lo abraza:
--que seas feliz.
Andrea tiembla en sus brazos. Le duele verlo irse. Carlota abraza a Andrea. Ahora sí lo va a cuidar. Ahora no está solo. Las chicas se van por su cuenta. Quieren vivir su amor. Juan, se lleva el cuadro. Es su herencia.
--me gustaría visitar la tumba de mi padre --dice Juan.
--sí claro. Está enterrado aquí en la capilla --dice Andrea.
El príncipe pide a un empleado que lo acompañe.  Cruz no deja de mirar a Juan y le duele que lo ignoro. Andrea habla a los hermanos.
--vuestro padre volvió con nombre falso. No hay datos. No es posible saber donde lo enterraron.
Eso entristece a los muchachos. María Lidia se refugia en Clara. Cruz pone su mano en los hombros de Andrea.
--gracias a ti descansa en paz.
Andrea muere de amor. No puede estar junto a él. Le duele demasiado. Se aparta. A Cruz le sabe mal y se va de la sala. Va a buscar a Juan. Éste mira el sepulcro de su padre. A Cruz se le hace raro ver a Juan ante la tumba de ese hombre que lo hechizó con su belleza desde un cuadro y con el cuadro tan buscado  a los pies de esa tumba. Juan seca sus lágrimas. No le gusta que esté ahí.
--¡manchas la tumba de mi padre con tu inmoralidad¡¡
Juan y Cruz se despiden con violencia. A Juan le da rabia que se acostara con los dos  la misma noche. Cruz lo desafía.
--sí y  ¿qué?¡¡ Y --señala el cuadro que mira con ojos libidinosos --porque no conocí a tu padre sino como me lo habría cogido. 
Juan le da un puñetazo.
--¡basura¡
Juan se va con el corazón roto y con su cuadro. Cruz queda en el piso. A los pies de Benicio, con el corazón roto. Los dos lloran amargamente.

Esa noche, Maria Lidia y Clara están juntas en la cama después de hacer el amor. Hablan de que tienen ganas de ser mamá. Maria Lidia le propone a Clara que se someta a una inseminación con el esperma de su hermano.
--un hijo de mi hermano... seria lindo.
--prefiero que seas tú la mamá.--dice Clara acariciando el vientre de su amada.
--si pero... ¿y el esperma?
Las dos se miran con complicidad. Se lo proponen a Juan. A éste le hace la ilusión la idea de ser papa de un sobrino de Cruz. También quiere ver la cara de Cruz cuando lo sepa. Acepta pero sin que Cruz lo sepa y que sea él mismo que le dé la noticia cuando quiera. Así lo hacen



Han pasado 6 meses desde la última vez que lo vio. Cruz se derrite al verlo. Quisiera no dejarlo escapar pero Juan está muy herido y dice:
--¿ya te enteraste que vamos a ser cuñados?
--¿que?
--¿no le dijeron que preñé a tu hermana?--burlón.
Cruz lo tumba de un puñetazo. Luego corre a buscar a las chicas que le cuentan como fue una inseminacion. Cruz atormentado
--¿porqué él?
Juan lo ha seguido y dice burlón:
--¿y porque no? ¿celoso?¿querias ser tú la mamá de mi hijo, reinita?
--¡claro que no¡¡¡ --con desprecio.
Maria Lidia trata de defenderse:
--A nuestros padres les hubiera gustado. Es el fin definitivo de la rivalidad de las dos familias. La sangre de los Riganti y los Principes de la Civetta unida en un solo ser... sin importar a quien le corresponde el apellido.
Los chicos se miran con cierta emoción pero no lo quieren reconocer. Juan le susurra al odio a Cruz:
--sé que estás loco por mi, reinita, y te hace ilusion tener un sobrino que sea mi hijo.
--¡¡no me llames reinita, boludo¡¡
--¡no me llames boludo¡
se odian y se desean y les emociona estar unidos por un bebé. Pero no se juegan el uno por el otro. No se vuelven a ver.

Nace el pequeño Juan Cruz. Maria Lidia y Clara festejan una especie de boda-bautizo sólo simbólico en la que celebran su amor y la vida de su hijo. Juan y Cruz se vuelven a ver. Juan con el pelo corto está aún más guapo que antes. Los dos se aman y se desean ardientemente. Se estremecen sólo de mirarse. La belleza de uno deslumbra al otro. Durante toda la fiesta no hacen más que mirarse de reojo. Luego las chicas tiran cada uno su ramo. Cruz agarra del de Clara. Juan se le ríe.
--¿que pasa boludo? --Cruz 
--¡¡no me llames boludo¡¡
Con una pícara sonrisa Cruz le dice:
--pues deja de hacer boludeces.
Juan de pronto lo besa:
--¿y esto? --dice Cruz sorprendido.
--si dices que yo dije lo negaré... te quiero...te amo... --sofocado.
Cruz le sonríe:
--yo también negaré haberlo dicho... estoy enamorado de ti.
se besan apasionadamente.
--¿y ahora qué.? --le pregunta Juan.
--No sé... a vivir.--Cruz.
--me parece bien... a disfrutar.
Y se van juntos a disfrutar la vida y sobre todo de ellos. No dejan de acariciarse y de besarse para saciar la sed del otro que tienen. Y es que se tienen demasiadas ganas. Son un volcán en erupción y son libres para amarse y gozarse. Suben a uno de los cuartos. Se arrancan la ropa y casi la piel. Se aman y se desean con desesperación. Se tenían demasiadas ganas y hacen ardientemente el amor sabiendo que ya no tienen que fingir. Se aman y disfrutan juntos amándose sin barreras  y no piensan separarse jamás. Jamás volverán a frustrar sus ganas. Sus sentimientos.
fin.



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Capítulo 50 y último

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