viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 21

 

Cruz y Juan llegan a la casa de los dos hermanas. Maria Lidia se sorprende al verla. 
--¿¿tú? -dicen los dos.
Juan mira a la chica:
--¿¿desde cuando saben todo esto? ¿por eso te apuntaste a mis clases?
Maria Lidia está muy sorprendida porque no esperaba tener al doble del cuadro en su casa. Es Cruz el que contesta.
--No, no. Cuando encontramos el cuadro ella te reconoció gracias a las clases. Fue una casualidad.
--¿y donde está el cuadro? Espero que no sea una joda --Juan ansioso.
--No, no es una joda. Ven, está por acá.
Cruz le va a mostrar el cuadro pero Maria Lidia le agarra del brazo y le dice:
--¿podemos hablar?
Está molesta.
--Sí, pero me puedes decir delante de él lo que quieras. Se lo contó todo.
Juan mira a Maria Lidia sonriendo. 
--¿¿¿porqué?? --le reprocha ella a su hermano.
--Por pelotas --dice Juan riendo.
--podemos contar en él, es un boludo.--dice Cruz.
--¡no me llamés boludo¡ 
---¡¡callá, boludo¡ --le dicen los dos hermanos a la vez.
Juan se cierra la boca como si fuera una cremallera.
--¡¡espero que sepas lo que haces¡ --dice Maria Lidia desconfiando.
--Juan no tiene nada que ver con lo de nuestro padre. Nadie mejor que él para ayudarnos. --Cruz.
--Yo en realidad estoy aquí para ver el cuadro. No les voy a poder ayudar. Juro que no sé nada.
Ella se queda en un segundo plano. Cruz acompaña a Juan hasta el cuadro de Kassandra. Juan queda impresionado por el parecido.
--Es increible y yo que creía que era el ser más bello del mundo.
--Nunca conocí a un tipo tan presumido, debieron llamarte Narciso. --dice Cruz hiriente.
--muy gracioso. Claro tú con esa cara no sabes lo que es ser tan lindo, es duro --dice con ironia.
--que boludo --Cruz con ganas de molestarlo.
Juan no soporta que lo llamen así, es algo que le saca de quicio.
--¡¡no me llames boludo¡
--¡¡boludo¡ --vuelve a decir Cruz.
Los dos se miran desafiantes. No se atacan de nuevo porque Maria Lidia se mete entre ellos:
--¡¡ahora no se vayan a pelear¡
Y Mira a Juan:
--¿puedes ayudarnos? ¿sabes algo de este cuadro? ¿o del otro?
Juan hace que no con la cabeza. Mirando al cuadro dice:
--¿quien es?
--Parece que es un principe italiano. Se llamaba Benicio.
--¿¿Benicio? ¿creías que yo tenía algo que ver con el cuadro? --le reprocha Juan.
--Bueno... el parecido es asombroso.
--Si, es como mirarme al espejo.
--tú la tienes mucho más pequeña--dice Cruz burlón mirando los genitales de Benicio.
A Juan no le hace nada de gracia el comentario.
--¿como sabes? --pregunta Maria Lidia.
--por las duchas. Se acercó a mí en la academia  --dice Juan mirándolo con complicidad- pero no se fijó bien. La tengo mucho más grande que el del cuadro.
Maria Lidia mira a su hermano sorprendida:
--¿me mentiste? Dijiste que no lo habías visto.
Juan mira a Cruz como diciendo que a ver como sale de esta. Cruz está nervioso. No sabe qué decir. En ese momento Clara llama a Maria Lidia. Ésta se pone nerviosa.
--¿¿quien es? --pregunta Cruz al ver la cara de emoción de su hermana.
--No, nadie.
Maria Lidia deja solos a los dos muchachos para hablar con Clara.
--¿ es su novio? --pregunta Juan.
Cruz se queda muy intrigado:
--No tiene novio.
--será porque tiene la boca tan suelta como tú. ¡¡bocazas¡
--¿¿a quien llamas bocazas?¡
Los dos discuten...
--¡¡A ti --dice Juan con desprecio-- calla tu bocota, no quiero que nadie me relacione contigo¡
--¿es que tienes miedo de salir del closet? --le dice Cruz riendo.
--¿¿a caso sabe tu hermana que eres maricón? --Juan muy brusco.
Cruz mira hacia atrás por si su hermana lo ha oído (pero está muy emocionada hablando con Clara). A Juan le hace gracia ver la cara de susto de Cruz.
--veo que no --dice victorioso-- pues yo podría decirle unas cuantas cosas si no me das una buena excusa para el hecho que te metieras en mi cama por un estúpido cuadro.
A Juan le duele mucho que Cruz se acostara con él para buscar una pista. Cruz usa eso para humillarlo. Riendo el dice:
--es que creías que me enamoré de mi... eres un boludo. 
A Juan le duele mucho el tono despectivo de Cruz.
--¡¡A mi me da igual lo que sintieras, para mí no fuiste nada¡ --Juan con desprecio.
--Mientes y lo sabes --dice Cruz haciendo el interesante, el triunfador-- no me enamoré de ti. En realidad eres flor de patoso cogiendo.
--es porque me daba asco --se justifica Juan.
A éste le duele mucho que Cruz se le ríe.
--¡¡por favor. Yo sí hice el sacrificio de curtir contigo por la memoria de mi padre¡ ¡¡tú te acostaste conmigo por el gusto de hacerlo¡ ¡¡no lo niegues¡
Juan no quiere aceptar que Cruz se haya reido de él. Trata de que cambien los papeles, de ofenderlo él:
--flor de mentiroso me saliste ¿crees que no me di cuenta que me querías ver en bolas, maricón? Hiciste tiempo para verme en la ducha, estás muerto por mi.
Empiezan a discutir pero los separa Maria Lidia.
--¡ya que estás en medio¡ ¿¿qué sabes?
Se sientan. Ella en medio. Los dos chicos se miran con rabia. Maria Lidia le muestra fotos de Benicio.
--¿no oiste hablar nada de él? No puede ser familiar tuyo?
No es un tema del que le guste hablar pero está intrigado por el cuadro:
--es que soy adoptado.
Los dos hermanos se miran con algo de decepción. Se dan cuenta que Juan no les puede ser de ayuda.
--entonces sí puedes ser hijo del del cuadro. --dice Cruz.
--¿como voy a ser hijo de un principe italiano? --dice Juan.
--¿y qué sabes de tus padres biológicos?
--No quise saber nada, igual me abandonaron como a un perro a mi suerte. No podría averiguar nada.
Cruz siente el dolor de Juan y eso despierta su lado más tierno pero algo en él le nace rechazarlo. No quiere aceptar otro tipo de sentimiento.
--Creo que debemos seguir por ahí¿nos ayudarias a encontrar a tus verdaderos padres? --Maria Lidia.
Juan y Cruz se miran con intensidad. Eso implicaría seguir viéndose cosa que a ambos les apetece mucho aunque digan lo contrario.






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