viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 20

 
Juan mira a Cruz sorprendido:
--¿como me llamaste?
Cruz se hace el que no sabe. Está muy atento a la reacción de él para ver si descubre algo.
--No, sé ¿como?
--Benicio. Me llamaste Benicio. --dice Juan intrigado.
Cruz se hace el sorprendido:
--si, que raro ¿porqué sería?
--eso quisiera saber yo.
--lo dije porque sí. Me equivoqué. Es algo que le puede pasar a todo el mundo.
Juan mira a Cruz con cierta desconfianza. Cruz se hace el inocente. El que no tiene importancia.
--Pues de Juan a Benicio. Es que no coincide ninguna letra... bueno una ene.
--que pasa ¿conoces a algún Benicio?
--No, nunca escuché el nombre --Juan.
--¿alguna vez has posado en bolas?
--¡que pregunta es esa¡
--curiosidad.
--¿tanto te gusto que quisieras tener fotos mías en bolas? --pregunta Juan con ironía.
--No, no es eso. No eres mi tipo --protesta cruz fingiendo desprecio.
-- vinistes, no tuviste bastante. --dice Juan con orgullo.
--no es eso... Yo...
Juan lo besa. Cruz está apunto de derretirse en sus brazos pero dice burlón:
--vaya ¿quien le gusta a quien? como me partiste la boca. Estás muy necesitado.
Los ojos de los dos son de rabia y deseo. Juan se siente furioso por la mirada de risa de Cruz y lo único que desea es borrársela.
--Lo he hecho para hacerte un favor.
--¿¿tú a mí? --Cruz con burla.
--Yo con una vez tengo bastante pero bueno, me da pena contigo.
Cruz se da la vuelta:
--conmigo no tengas pena. Yo me voy.
Juan se pega a la puerta. Los dos se miran con deseo.
--¿qué pasa, bonita? Tanto te gusto que no me quieres dejar escapar? --Cruz burlón.
--Tú estás muerto por mí... Por eso viniste.
Cruz se ríe sarcástico.
--¡¡que más quisiera tú¡ ¡¡eres tú el que estás muerto conmigo¡ ¡¡Eres tú el que me pegaste flor de beso¡






Juan lo vuelve a besar y en esta ocasión Cruz ya no se le resiste. Juan lo hace prisionero de su cuerpo. Cruz es una marioneta en sus brazos. Los dos se quedan desnudos en la cama mirándose con deseo. Los dos se gustan y mucho. 
--ahora si estuvo bueno ¿no? Tus jadeos se han oído en toda la ciudad y tú a mí no me hicistes no cosquillas--dice Juan,
A Cruz le molesta mucho la soberbia de Juan que se siente un ganador. A Cruz le ha gustado lo que le ha hecho Juan pero no le gusta que éste se lo tenga muy creido, que se crea mejor que él. 
--¿esto es lo mejor que sabes hacer?
Cruz habla en tono de ironía, de desprecio. Sus palabras molestan mucho a Juan que está satisfecho del sabroso polvo que le ha echado. Aunque está ardido no lo demuestra. Habla atacándolo:
--te dejé muerto. Tú a mí no me hicistes lo que yo ni te noté pero casi te mato de gusto ¡como gritabas¡
Cruz se ríe aunque le molesta las palabras de Juan. Los dos se atacan mientras se desean. Juegan a ver quien ofende más al otro.
--cuando te recuperes verás lo que es coger de verdad.
--te espero... yo ya estoy recuperado pero si tú necesitas tiempo.
--no... voy al baño y preparate, va a ser el polvo de tu vida.
Los dos se miran con deseo y con desprecio.
--¿donde está el baño?
Cruz en realidad aprovecha para dar una vuelta por la casa. No ve nada que le resulte familiar.
--Este tipo tiene que ocultar algo.
Regresa al cuarto. Juan se ha quedado dormido.
--Boludo. Es un infeliz. No aguanta nada.
Cruz lo mira con ternura, con pasión. Siente deseos de acariciarlo. A él mismo le sorprende ese impulso. Cuando va a tocar la cabeza de su amante le suena su celular. Lo agarra de deprisa para que no despierte a Juan. Lo tiene entre los pantalones y le cuesta agarrarlo. Mira a Juan que no se haya despertado.
--¿¿qué quieres, Marili?
--¿donde estás?
Cruz habla muy flojo y mirando a Juan:
--en casa de Juan.
--¿¿qué haces? ¿porqué tardas tanto? ¿has encontrado algo?
Cruz no se da cuenta que Juan se ha despertado.
--No, no hay nada del cuadro. De hecho encontré unas fotos de sus padres y no se parece nada a él.
--¿y cómo le seguimos?
--No sé. ¿no has averiguado nada con Clara?
--No.
--En la casa hablamos.
Cruz se da la vuelta un momento. Cuando se da cuenta Juan está ya pegado a su espalda:
--¿¿de qué cuadro hablas?
Cruz se ha quedado palido.
--No sé de qué me hablas...
--¡¡te escuché perfectamente¡ ¿¿quien eres tú?¿qué buscas?
Cruz se gira. Están los dos desnudos. Muy cerca el uno al otro.
--Estás mal de la cabeza, loco. Hablaba de un cuadro que heredé de mi madre. Era mi hermana la que llamó.
--¿¿qué tiene que ver conmigo?
Cruz se le ríe aunque está muy nervioso:
--¿¿contigo? Nada ¿porqué?
Juan se lleva las manos a la cabeza:
--¿¿por quien me has tomado? ¡¡lo escuché todo¡
Para tratar de cambiar de tema Cruz le dice con burla:
--por un boludo.
--¡¡no me llamés boludo¡
Juan se pone muy agresivo. Le agarra los testículos. Cruz se pone nervioso:
--ojo con lo que haces. -Cruz temblando.
Juan le destroza los testiculos apretándolo con las manos:
--¡¡o hablas o te destrozo los huevos¡
--¡¡está bien, te contaré todo. Tal vez puedas ayudarme¡ --dice Cruz con mucho dolor y miedo.
Juan se los suelta:
--te escucho. --agresivo.
Cruz se toca los genitales. Resopla:
--me has destrozado. Mira quw con lo que te gusta estar conmigo casi me dejas impotente.
Pese a que le duele tiene humor para bromear.
--para lo que te sirve. Ya eres medio impotente--Juan brusco.
--bien que te gustó mamarmela y que te la metiera toda bien a dentro --Cruz seductor.
Juan acerca las manos de nuevo a esa bella parte sensible:
--¿¿vas a hablar o qué?
Cruz protege sus genitales:
--está bien, está bien ¡¡ --asustado.
Los dos se miran nerviosos y con desconfianza.



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