viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 42
















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Cruz y Juan viven unos días de relax, tranquilos. De día se muestran algo fríos pero sus noches son muy cálidas. Disfrutan mucho el uno en brazos del otro. Clara y Maria Lidia llegan a la casa. Juan está saliendo del baño en bolas, se está secando la cabeza con la toalla. Va a entrar al cuarto de Cruz. Éste sale en bolas. Juan no se había dado cuenta de la presencia de las chicas.
--¿¿qué hacen ustedes acá? --pregunta Cruz tapándose con las manos.
Juan se pone la toalla en la cintura.
--vivo acá --pregunta Maria Lidia.
Clara mira a los dos chicos extrañada:
--¿y ustedes son novios?
--¡¡no¡ --dicen los dos a la vez.
Las chicas se miran risueñas porque a ambas les parece que sí.
--pues cualquiera diría. --dice Clara con ironia-- duermen juntos.
Cruz y Juan se miran sofocados. A ninguno de los dos les interesa que se descubra sus verdaderos sentimientos.
--No, estoy aquí como invitado. Por lo del cuadro --Juan nervioso.
Las chicas se sonríen ya que se dan perfecta cuenta de que todo es una excusa.
--¿y porqué no usaste mi cuarto? --pregunta Maria Lidia.
--bueno es que él me dijo --Balbucea Juan.
Cruz no lo deja seguir:
--Miren chicas, la práctica está muy buena pero los dos estamos en bolas..Luego hablamos. Además... ¿porqué llegaron tan pronto?
Maria Lidia mira a su hermano feliz y dice:
--¡¡encontramos el cuadro¡
--¿¿¡qué? --dicen los dos chicos a la vez.
Cruz se lleva las manos a la cabeza y a Juan se le cae la toalla. Luego se vuelven a tapar sus "vergüenzas". Las chicas se ríen. Clara dice:
--venga chicos.¿se creen que nos vamos a emocionar por ver a dos hombres en bolas?  ¡¡que más quisieran ustedes¡ --dice Clara riendo-- bueno no... ustedes prefieren mirarse entre ustedes.
--¡¡no, no¡ ¿¿¿qué me va a gustar a mi éste??¡ --dice Juan como si estuviera molesto.
--¡¡Este tiene un nombre y sí te gusta verme en bolas, siempre quieres desnudarme¡ --Cruz.
--¡¿¿¿qué decís?¿¿¿¿qué decís? ¡¡fuiste tú el que me metiste en la cama, me mentiste diciendo que tu hermana no me dejaba usar su cuarto y todo para tenerme desnudo en la cama¡ ¡¡sos un pervertido¡ --Juan con desprecio.
--¡¡lo hice porque era lo que tú querías, boludo¡
--¡¡a quien le llamás boludo¡?
--¡¡los dos son un par de boludos¡ --Maria Lidia.
--¡¡Nos tenés podrida¡ --dice Clara empujando a los dos chicos al dormitorio.
Luego con ironía les dice:
--venga a su cuarto, tortolitos.
Juan y Cruz se giran molestos y empiezan a hablar en voz tan alta que no se entiende lo que dice ninguno de los dos. 
--¡ya paren¡ --dice Maria Lidia.
--¡¡yo no pienso hablar de algo que involucró a todos nuestros padres con dos boludos en bolas¡ --Clara.
--¡¡No me llamés boludo¡ --Juan.
Cruz entonces le va dando empujones a Juan:
--¡¡venga boludo¡
--¡¡que no me digás boludo¡
Cruz le da palmadas en la cara divertido. Juan se pone muy loco:
--¡¡no me toqués la cara¡
Luego Cruz le da una patada en la cola. Juan se mira molesto.
--¡¡no me toques el culo¡ ¡¡sé que estás muerto conmigo pero no tienes nada que hacer¡
--¡¡que más quisieras tú¡
Discutiendo y devorándose con los ojos los dos chicos van entrando. Creyendo que ya no las oyen, Clara dice:
--¡qué enamorados que están¡
Juan y Cruz asoman la cabeza:
--¡¡estan locas¡ --dicen los dos-- yo lo detesto.
Los dos chicos comienzan a discutir para ver quien se detesta más. Maria Lidia les cierra la puerta.
--¡¡ya que tenemos que hablar¡
Las chicas se alejan de la puerta.
--Es increible que con lo enamorados que están pretendan engañarnos --dice Clara.
Preocupada Maria Lidia dice:
--lo peor es que se engañan ellos también. Cuando acabe todo esto tendré que hablar muy enserio con mi hermano.
Clara le saca importancia al aparente odio de los dos guapos:
--Estos se amaran toda la vida ¡yo que te lo digo¡
--me tiene podrida, sólo espero que acabe lo del cuadro y cada uno pueda hacer su vida.
Las chicas se miran enamoradas. Se acarician.
--ya queda poco. Muy poco.
Resoplan nerviosas. Llegan al final del camino y a las dos les asusta un poco lo que puedan encontrar.
--No será peor que lo que ya vivimos --dice Clara.
Las dos se miran con un poco de tristeza por los malos momentos del pasado pero con la esperanza de un feliz futuro juntos:
--se me hace tan extraño pensar que mi papa se acostó con tu mamá sólo por ese cuadro.
Las chicas hablan mientras se acarician y se miran con amor:
--eso no lo sabremos nunca. Mi mamá no creo que ni lo llegara a sospechar y de cualquier modo gracias a eso fue que tú y yo nos enamoramos.
Las chicas se besan apasionadamente. De lejos las acompaña los gritos de los dos guapos.
--¡¡eres un boludo por tu culpa se rieron de mi¡ ¿¿es que tantas ganas tenías de coger que me mentiste?¡ -Juam
--¡¡yo no te mentí¡
--¡¡claro que sí, pude usar el cuarto de tu hermana¡
Los chicos se miran con deseo y se atacan.
--¡¡bien que te gustaba curtir conmigo todas las noches¡ --Cruz.
--¡¡a ti te gustaba más¡ --Juan.
--¡¡yo lo hacía por ti¡ --Cruz.
--¡¡si eras tú el que te veías necesitado¡
Cruz se ríe como si estuviera escandalizado:
--¡¡que gran mentira¡
Clara toca a la puerta:
--¡¡o se visten y dejan de hacer boludeces o Marili y yo seguimos en los del cuadro solas¡
--no está bien ya salimos --dice Cruz.
Luego mira a Juan:
--ya sé que te cuesta pero deja de mirarme con deseo y vamos a laburar.
--¡¡pero si eres tú¡
Cruz lo ignora se viste en silencio y va con las chicas. Juan se viste y van tras él. Se sientan cada uno en un lado del sofá. Las chicas entre ellos. Se miran con odio y deseo.
--Mi padre le vendió el cuadro a la Princesa de la Civetta, a la madre de Benicio. El cuadro lleva todos estos años en Roma en poder de la familia del príncipe.--explica Clara. 




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Capítulo 50 y último

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