viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 16

 

Tanto a Juan como a Cruz les cuesta mucho disimular el deseo que sienten el uno hacia el otro. Durante toda la clase están deseando encontrarse en los vestuarios.
--¡¡ahora no se me escapa¡ --Piensa Cruz.
Juan se muestra coqueto con todas sus alumnas, a Cruz le da rabia ver que todas las chicas están enamoradas de él. Juan no puede sacarle los ojos de encima a Cruz. Le encanta su trasero.
--¿¿qué te pasa? --dice para sí-- ¡¡a ti ningún tipo se ríe de ti... si te gusta lo usas y lo tiras¡ ¡¡eres tú el que usas a los hombres... ¡¡¡no al revés...¡¡
Cuando Juan y Cruz se miran saltan chispas de sus ojos.
--¿se duchará? --piensa el uno del otro

.

Maria Lidia está en la casa de Clara. Mira la tarjeta que le ha dado su padre. Está muy interesada en encontrar algo. Por su padre. Le hace ilusión tener papá y hacer algo por él. También por su hermano. Le quiere demostrar que es tan útil como él. Que por ser mujer no quiere decir que el mensaje no deba ser para ella. 
--¡¡es aquí¡ ¡¡es aquí¡
Maria Lidia cruza rapidamente. No se fija que un auto está apunto de arrollarla. La conductora para el auto.
--¿¿estás loca? ¿¿es que no miras por donde cruzas? 
María Lidia mira con intensidad a esa mujer, que es idéntica a la que años atrás sedujo su padre. Ambas tienen la misma edad.

Por su lado tanto a Juan como a Cruz la clase se le hace eterna. Cruz es el único chico así que estarán los dos solos en los vestuarios. Cruz ha olvidado el cuadro. Sólo piensa en Juan. Su cuerpo le gusta, esa melena que se mueve lo enloquece. Le gusta. Le gusta contemplarlo. Está muy excitado.
--ahora no se me escapa. Pienso aprovechar el tiempo en que estemos los dos solos al máximo... Este bombón no se me escapa vivo.--Cruz.
A Juan le gusta Cruz pero le da miedo que sea tan descarado, que las chicas se den cuenta que el único alumno de la clase se siente atraído hacia el profesor.
--¿¿¿qué miras tanto, tarado? --pregunta Juan molesto.
Cruz se adelante, las chicas están detrás de él. Le guiña el ojo a Juan y lo mira con cara de:
--¿seguro que quieres que lo diga...?
Juan está muy excitado a la vez muy nervioso. Teme miedo que  Cruz haga algo que los delate ante las chicas. Con la espada se le acerca hasta el pecho. Lo mira con rabia. Cruz traga saliva. Nunca manejó una espada.
--cuidado que no me hagas daño --dice a Juan.
Juan se le ríe:
--¡que tarado¡ 
Juan se aparta un poco:
--¡¡demuestra lo que sabes hacer¡
Juan lo mira desafiante y Cruz no le quiere decir que no sabe. Mueve la espada muy torpemente. No tarda en caer al piso. Juan lo ha vencido sin problemas . Lo mira burlón:
--yo de ti no me gustaría el dinero en estas clases. Eres un verdadero inútil.
A Cruz le duele que que las chicas se rían con el comentario de Juan. Lo mira con ganas de romperle la boca. No está seguro si con un puñetazo o de un beso. Cualquiera de las dos opciones en ese momento le apetece. Los dos guapos se miran con mucho deseo y mucha rabia. Juan siente que Cruz le quiere decir muchas y para evitar que el chico lo meta en un lío dice:
--¡¡se acabó la clase¡¡
Las chicas protestan. Cruz mira a Juan con deseo. Sonrie pícaramente:
--ahora estaremos en mi terreno y no te me vas a escapar --dice Cruz entre murmullos.
Camina rápido hacia el vestuario. Juan está ardiendo. Está deseando el momento en el que lo tenga desnudo frente a él.
--como lo voy a gozar... a este cabrón lo domo yo --dice para sí.
Quiere seguir a Cruz enseguida. No quiere dar oportunidad a que se vaya pero las chicas lo van parando con preguntas que él considera estúpidas. Le gustaría no darles bola pero las clases son su medio de vida asi que se ve obligado a ser amable con ellas. A fingir una sonrisa aunque lo que más rabia le da es pensar que se está perdiendo a Cruz en pelotas y en la ducha.  Pensar en esa imagen lo tiene muy cachondo. 
--¡¡se me va a escapar, se me va a escapar¡ ¡¡maldita sea¡ --susurra.
--¿¿como dice profesor? --le pregunta una de las alumnas.
Con su mejor sonrisa, Juan dice:
--nada reina, soy todo oidos.
Cruz se está desnudando. Lo hace muy lentamente para esperar a Juan. Está en boxers.
--¿¿y este tipo cuando piensa venir??
Se asoma un poco por el pasillo. Siente rabia al verlo con las chicas. Golpea la pared con los puños.
--¡Maldita sea¡¡

Mientras Maria Lidia ha entrado en esa casa en la que un día Pablo estuvo para acostarse con Clara. La mujer que la ha atropellado está con ella. Es muy amable con ella.
--¿y dices que eres periodista?
--Si, estoy haciendo un artículo sobre los años 80 y la pintura de esa epoca. Tenía entendido que la señora que vivía en esta casa era muy apasionada de la pintura.
--Pues la verdad es que mi mamá murió hace cinco años pero no recuerdo que tuviera ningún interés en la pintura.
--¿Clara es que te llamas no?
--Si, me llamo igual que mi mamá, hasta con el mismo apellido.
--Yo tampoco tengo papá. Yo me llamo Marili.
Las dos chicas se tratan con mucha simpatía.
--bueno... no has venido aquí para eso  no --pregunta Clara muy simpática.
--No, claro que no.A mi me habían dicho que tu madre compró algunos cuadros a un anticuario hace casi 30 años.
Clara niega con la cabeza:
--pues yo te puedo asegurar que aquí no los tiene. Yo no tengo ningún cuadro que se pueda haber comprado en un anticuario. Creo que te dieron mal el dato.
--No, no creo.Tal vez tu madre no conservó dichos cuadros o lo tiene en algun desván.
--¿¿lo? ¿me  hablas de algo en concreto?
Clara se da cuenta que María Lidia le está ocultando algo. A la hermana de Cruz le pone muy nerviosa la manera en la que la mira la otra. Es una mirada que se le mete muy a dentro.



Cruz está ya harto y muy cachondo. Ha pasado demasiado tiempo.
--¡¡ya no puedo esperar más¡
Está furioso porque se pierde el espectáculo de ver a Juan desnudo que le apetecía mucho. 
--¿¿será que no es gay y se me notó mucho?
Cruz está seguro que Juan no quiso estar a solas en el vestuario con él y por eso está haciendo tiempo.
--¡¡pues yo no me quedo con las ganas¡
A Cruz Juan le gusta mucho y quiere verlo desnudo. Está muy impactado por la belleza del cuadro y tiene ganas de ver que tan parecido es Juan a Benicio. A Juan le pasa lo mismo más o menos. Tiene ganas de ver a Cruz desnudo y le da rabia pensar que ya se habrá ido.
--¡¡seguro que no lo volveré a ver¡
Está furioso por no haberlo visto en bolas, de pronto le parece verlo a lo lejos. Cruz se asoma un poco a la puerta y Juan de reojo lo ve. Se da cuenta que lo está esperando. Vibra de deseo.
--¡¡le gusto  le gusto¡
Cruz se da cuenta que Juan viene hacia él. Corriendo se saca el boxers y se mete en la ducha. Juan queda casi en shock. Cruz finge que no lo está viendo, la imagen de Cruz totalmente desnudo, con su cuerpo cubierto de agua es de una belleza explosiva. Cruz tiene los ojos cerrados y Juan aprovecha y no le saca los ojos de encima. Cruz se acaricia el pecho, los genitales. Juan es todo fuego. Juan se pide tranquilidad así mismo:
--es un tío más, como de los mucho que has conocido. --se reclama.
Pero es que nunca un hombre le había gustado tanto como Cruz, nunca vio un hombre tan guapo y aunque está seguro que Cruz siente algo por él siempre le gusta ser el dominante en una relación. Algo a lo que Cruz también está acostumbrado a serlo. Cruz se da la vuelta para que Juan le vea el culo. Le gusta sentir su mirada en su trasero. Juan respira hondo. Tiene miedo que su cuerpo lo traicione. Procura relajarse. No quiere perder más tiempo y se desnuda rápidamente. No puede disimular las ganas que tiene de estar al lado de Cruz. Éste tiene los ojos cerrados, los abre muy poco para ver a Juan desnudo. Se da la vuelta y sonríe cuando comprueba que viene hacia él. Juan se mete en la ducha. Los dos jóvenes, a cual más guapo, totalmente en bolas bajo el agua. El uno al tocar del otro. Muy calientes ambos. Deseándose ardientemente. Disfrutando enormemente el uno del cuerpo del otro. 100 por 100 cachondo los dos. El uno siente una tremenda atracción hacia el otro. En cambio se ignoran. Se fingen una total indiferencia.











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