viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 10

 


 

María y Pablo se miran con intensidad. Él muy serio se le acerca al pelo:
--Tenés algo acá.
María se asusta:
--¡¡un bicho¡ ¡¡sacamelo¡ ¡¡sacámelo¡ ¡¡que asco¡¡ ¡¡que asco¡
Él muy coqueto de su pelo saca algo, una rosa. Y se la muestra a ella coqueto:
--para ti.
María lo mira impresionada:
--¿como has hecho esto?
Él la guiña el ojo. Ella se siente profundamente atraida hacia él. La joven es linda aunque los planes de seducción de Pablo son más fríos. Es lo único que se le ha ocurrido para llegar al cuadro. Le habla muy sensualmente:
--es un pequeño truco.,sólo me sale con alguien especial...
María lo mira extasiada. 
--me parece un sueño --dice ella jadeando.
Los dos se quedan mirando en silencio un buen rato.
--bueno.. yo me tendría que ir --jadea ella sin separar sus ojos de los de él.
--Yo sólo quiero decirte que me has robado... --dice él serio.
María se siente muy ofendida:
--¡¡no es verdad¡
La joven se gira pero él se pone delante de ella y con una voz tierna le dice:
--me has robado el corazón.
María está muy excitada. Nunca se sintió igual. El joven le gusta mucho.
--Me llamo Pablo--dice él.
--me llamo Maria.
Él sonríe y muy seductor dice:
--como la virgen.
--si pero de virgen nada.
él la mira coqueto. Ella agacha la mirada:
--que pena contigo... yo...
Él la acaricia, le pone la mano en las mejillas. Se muestra seductor:
--me gustan las chicas sinceras, que hagan lo primero que se les viene en la cabeza aunque sea una locura.
Él siente el deseo de ella y eso le gusta.
--¿estás seguro? --dice ella jadeante.
Los dos están muy excitados. Pablo no pensó que seguir la pista de su amigo sería tan placentero pero así es. María busca los labios de él. Aunque es ella la que toma la iniciativa él no se haga de rogar. Se unen en un explosivo beso de fuego. Las pasiones se desatan y hacen el amor. Justo en el dormitorio de ella, a los pies del cuadro de Benicio. Pablo se deja llevar por su cuerpo aunque se siente un poco incómodo teniendo sexo delante de su "amigo" desnudo. Es un gran cuadro, parece que lo esté mirando. María y Pablo están los dos algo aturdidos el uno en brazos del otro. Pablo está encantado por el rico polvo que ha echado. Además llegar al cuadro de Benicio ha sido tan fácil. Después de meses de espera nunca pensó que le fuera a ir tan bien. Ella lo besa en la mano. Lo nota como ausente. Pablo no hace más que mirar el desnudo de Benicio tratando de descifrar el secreto de ese cuadro.
--¿¿en que piensas?
--en nada.
--¿y ahora qué?
Pablo no le dice nada, sólo unos murmullos que ella no entiende. 
--no creas que hago esto con cualquiera.--dice ella bien refugiado en sus brazos.
--yo tampoco --dice él con frialdad.
--y ahora ¿qué? ¿te vas? ¿es esto lo que tú querías? sólo esto..
Pablo se pone encima de ella, Mira de reojo al cuadro y dice:
--No, no es esto lo que buscaba.
María lo abraza:
--te deseo tanto. No me gustaría que esto acabara aquí.
Él la mira pícaro:
--tranquila, eso no pasará.
María no tarda en dormirse, Pablo sale sigilosamente en la cama. Se acerca desnudo al cuadro de su amigo.
--por fin, por fin.
Le parece un milagro estar cara a cara con ese cuadro. Sonríe. Se pone de perfil, en la misma postura que su amigo. Los dos en bolas. le acaricia el rostro fraternalmente. Sus ojos se llenan de lágrimas pensando en las palabras que su amigo le dijo antes de morir. Mira el cuadro. Mira a esa desconocido que ha convertido en su amante sólo para acercarse al cuadro.
--No te podrás quejar, la locura que he cometido por el cuadro.
No sabe el tiempo que tiene, debe encontrar algo.
--¿¿qué me quisiste decir? ¿qué tiene que ver mi padre con esto? 
Unas pruebas, tiene que buscar unas pruebas de no sabe qué cosa que están en el cuadro.
--¿¿donde se pueden esconder unas pruebas aquí??
Va a la parte de atrás. Mira hacia alrededor. Encuentra unas tijeras. Con cuidado desmonta el marco pero no encuentra nada.
--¡¡maldita sea¡
Maria se despierta en ese momento.
--¿¿que pasa?
Pablo esconde las tijeras.
--se cayó el cuadro.
María se asusta mucho.
--menos mal  no le pasó nada.
Mientras pone el cuadro bien Pablo, como quien no quiere la cosa dice:
--¿quien es el chico del cuadro? tu ex...
--ojala --dice María mirándolo fijamente a Benicio.
--me pongo celoso eh? --dice Pablo fingiendo.
María lo abraza a él:
--pero no me gusta tanto como tú.
Pablo le guiña el ojo y se besan apasionadamente. María quiere volver a la cama, Pablo no se quiere llevar por la pasión.
--¿¿y que sabes del cuadro?
María que lo estaba besando le dice sorprendida:
--¿a que viene eso ahora?
--es por hacer plática.
--No importa, ya nada me importa.
María va besando a Pablo, lo tira hacia la cama. Él tiene que hacer que ella recupere el interés por el cuadro pero sin que se note demasiado.
--no aún no puedo... espera un poco más..¿porqué no hablamos del cuadro? ¿conoces a la pintora?
Pero aunque Pablo aún no tenga fuerzas para hacer de nuevo el amor ella está dispuesta a despertarle las ganas. 






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