viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 31

 
Después que los chicos le contaran a las chicas de la gitana Dorinda hablan sobre el anticuario.
--No, no logramos nada --dice Clara.
--Pero chicas, es un hombre. Debe ser viejo. No puede ser que dos chicas lindas no le hayan podido sacar nada --les regaña Cruz.
--No seas boludo, las chicas son lesbianas ¿qué querés que lo seduzcan? No ves que son ...
Juan no acaba la frase porqué porque Maria Lidia molesta dice:
--¡¡que seamos lesbianas no quiere decir que no podamos seducir a un hombre¡ 
--Lo que pasa es que el viejo es homosexual... --Clara.
Juan enseguida dice:
--Entonces yo me encargo de él. En la cama lo saco todo.
A Cruz le da rabia que Juan se preste para estar con otro. Con una furia muy parecida a los celos dice:
--¡¡no, mejor me acuesto yo con él. A ti nadie te da bola¡ ¡¡el más macho de los dos aquí soy yo¡
Juan y Cruz se enfrentan como siempre:
--¡¿de qué hablás?¡¡ ¡¡a mi lado tú no eres nada¡ --Juan.
--¡¡tú eres un boludo¡
--¡¡no me digas boludo¡
Los dos están como locos. Las chicas los miran molestas y sin entender:
--este par o se mata o se casa --dice Clara.
Maria Lidia trata que se callen porque les tiene que decir algo pero los chicos siguen que si boludo, que no me llames boludo...
--¡¡los dos son un par de boludos¡ --dice Clara molesta.
Los chicos se callan.
--que pendejos --dice Maria Lidia.
Cruz la mira regañon:
--¡más respecto para tu hermano mayor¡
--¡Ahora no vamos a discutir eso pero la mayor soy yo, tú sólo naciste el primero¡
Temiendo que los dos hermanos vayan a discutir por eso Juan dice:
--¿ahora ustedes?
Maria Lidia y Clara sonríen con cariño.
--así no vamos a llegar a ninguna parte, nos tenemos que comportar como adultos --dice Juan.
--Si, me parece bien, y al anticuario lo visito yo --Cruz.
--¡NI HABLAR¡ --Juan.
Los dos guapos están dispuestos a volver con sus continuas peleas pero Maria Lidia dice:
--¡¡quiere conocer a Cru¡
Cuz sonríe victorioso:
--¿lo ves? Yo soy mejor que tú.
A Juan no le gusta nada que Cruz lo mire por encima del hombro:
--¡eso no es justo ¡él no lo conoce ¿porqué va a querer conocerlo¡¡?
--En realidad no dijo eso pero --ya Juan iba a protestar-- recuerda a papá como un hombre muy guapo. Se nota que se quedó con las ganas de acostarse con él.
Juan se ríe:
--¿tu papá era maricon?
Cruz lo mira amenazante:
--¡¡te mato si volvés a abrir la boca¡
Maria Lidia se pone en medio de los 
--¡Si no pasó nada entre ellos. Se notó en los ojos del viejo¡ ¡¡fue preguntar por algún cuadro de chicos desnudos y recordarse de papá. No sabe nada de él, noté en sus ojos que le gustaba. Yo creo que será Cruz el que más le guste de los dos.
--Si yo también creo que es Cruz el que más le guste --Clara.
Juan se muerde los labios de rabia. Por celos y porque no le gusta la mirada de burla de Cruz.
--pues mañana iré a ver que averiguo con el viejo ese. Ahora ya es muy tarde.
Clara mira el reloj:
--¡el eclipse¡ ¡¡llegamos tarde¡
--sí, yo no me lo quiero perder.--Maria Lidia.
--No lo podemos mirar así como así. Aún tenemos tiempo de ir a mi casa.
--Yo lo que quiero es mirarte a ti --dice Maria Lidia coqueta.
Los dos chicos se miran sin saber lo que pasan. Se interrogan mutuamente.
--perdona, ¿se puede saber de qué hablan?
--Del eclipse de Luna. Es una oportunidad casi única. ¿se vienen a mi casa? --Clara.
--Esas cosas son boludeces --dice Juan.
--en eso le doy la razón a Juan --Cruz.
Maria Lidia mira a Clara muy enamorada y dice:
--cuenta la leyenda que si dos personas se miran fijamente durante el eclipse sus almas quedaran atrapadas la una en la otra para toda la eternidad. Se amarán siempre sin que nadie pueda separarlos.
Juan y Cruz se miran con deseo. Tragan saliva. No quieren reconocer que algo fuerte les pasa.
--¡¡hay que ser boludo para creer eso¡ --Juan a quien le encantaría que las cosas fueran como dice la leyenda.
Cruz está conmovido. Le emociona la leyenda pero no lo quiere aceptar.
--sí, hay que ser como él --dice burlón.
Juan se molesta, dice lo de siempre. Mientras los chicos se pelean las chicas se miran con amor.
--pues si no se quieren enamorar no miren a nadie durante el eclipse. Yo no dejaré de mirar a Clara.
--Y yo a ti.
Las chicas se miran enamoradas y se besan ante la mirada perpleja de los chicos que no entienden como las chicas se aman sin necesidad de esconderse. En el fondo envidian su libertad.



Los chicos se quedan solos en seguida. Se miran con nervios. Con deseo.
--¿y tú qué? ¿te quedas? --le pregunta Cruz burlón.
Juan quisiera quedarse, quisiera hacer el amor con él.
--bueno, no claro que no. --dice nervioso.
Cruz lo mira divertido:
--tú lo que quieres es curtir conmigo, flor de descarado --dice con ironía.
Cruz le gustaria que Juan fuera sincero, que le dijera que sí pero Juan no quiere que Cruz se siga burlando de él.
--¡claro que no¡ ¡¡en todo caso eres tú el que quieres curtir conmigo¡
Cruz se hace el ofendido:
--¡¡ni muerto¡
Aunque se muere de rabia, siente ganas de golpearlo y de besarlo Juan procura no mostrarse enojado:
--Me amas. Amas coger conmigo. Es lo que estás deseando ¿no?
A Cruz le divierte hacer enojar a Juan. Le molesta verlo burlón. 
--¡claro que no¡¡¡eres tú el que te la pasas pegado a mi cola¡¡¡te vuelve loco mi cola¡¡
Los chicos se están mirando muy fijamente discutiendo acaloradamente cuando tienen el eclipse encima.


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