viernes, 2 de octubre de 2020

Capítulo 2

 
Benicio y Kassandra están frente a frente. Tan cerca. Los dos vibran ante la proximidad del otro. Aunque no es tan intenso como lo siente ella que él, Benicio siente unas cosquillitas que le gustan. Le atrae la joven. Le gusta su belleza, su juventud. Su inocencia. Le gusta que a ella le gusta él. Se siente muy alagado de despertar esos sentimientos de una joven que recién empieza a vivir. La trata con mucho cariño y ella está fascinada.
--¿estás bien?
Ella está excitada y nerviosa. No se atreve a mirarlo a los ojos. Hace que sí con la cabeza. Benicio sonríe. Se muestra amable y cercano.
--¿porque huyes de mí?
Kassandra nunca ha estado tan cerca de un hombre, menos de un hombre tan guapo. De un hombre tan rico. No sabe exactamente quien es pero no es dificil suponer que alguien de alcurnia. Alguien muy alejado de ella. Le gusta y se le hacía una travesura simpáticosverlo de lejos. Ahora tiene miedo, tiene miedo de las consecuencias. Tiene miedo de lo que él pueda pensar de ella.
--me asusté --dice con timidez y agachando la mirada.
Benicio se agacha un poco para ver a la joven a los ojos. Con una sonrisa y muy dulcemente le dice:
--no tengas miedo, soy buena persona.
Ella se aparta de él. Se da la vuelta. Le da mucho miedo lo que ella está sintiendo. Él se queda pegado a ella. Le acaricia un hombre. Ella se estremece.
--en serio, soy buen tipo. Sino que te lo digan mis amigos.
El se muestra simpático. Ella sonríe pero no lo mira. Él se pone delante de ella.
--¿no confías en mí?¿no crees que soy buena persona?
--lo creo... me lo dicen tus ojos.
Los dos se miran con mucha intensidad.
--entonces no te importará montarte conmigo. Quiero que conozca mi ciudad. --dice él señalando el caballo.
Por un lado Kassandra siente que debería decir que no, que es demasiado peligroso pero no puede. Él la toma de la mano, la ayuda a montar. Ella en brazos de él se siente en el cielo. Benicio y Kassandra cabalgan durante horas. Es un momento mágico para los dos. Ya está oscureciendo. Los dos descansan mirando al Tíber. Aunque apenas se conocen los dos sienten que su destino era encontrarse. El uno al lado de otro. Se miran de reojo mientras que juegan con sus dedos. Sus miradas están encendidas.
--debo volver, mi abuela me está esperando. Nunca hice algo igual. Nunca desaparecí durante todo el día.
--espero no meterte en problemas
--no importa.
él sonríe. él la acaricia el rostro y los dos se estremecen.
--eres preciosa.
--me tengo que ir --tartamudea ella.
Él la agarra del brazo. La mira con deseo, habla con excitación aunque también con miedo. En realidad está tan nervioso como ella.
--no creas que antes hice esto pero... 
hace una pausa. Está nervioso. No está seguro de lo que va a hacer. Ella lo mira a la expectativa. A él le tiembla la voz. Tiene miedo de que ella se enfada, de estropearlo todo pero también es verdad que el no ya lo tiene y el sí sería maravilloso.
--¿cuando me cobrarias por pasar la noche contigo?
Kassandra lo mira decepcionada. Ni un segundo tarda en bofetearlo. Lo mira llorosa mientras le reclama:
--¿¿¡crees que soy una prostituta?¡
Él la mira avergonzado. No esperaba que le doliera tanto. Sus lágrimas la conmueven. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡no no es eso¡ pero es que me gustas micho y estoy dispuesto a lo que sea por estar contigo.
A él le duele mucho el desprecio de ella.
--¡¡eres un cerdo, no todo lo puede comprar el dinero...¡
Ella se iba a ir pero Benicio la agarra. La besa. Forcejan. Ella le muerde el labio y lo bofetea de nuevo.
--¡¡eres asqueroso¡
Pese a la rabia de ella Benicio no se da por vencido.
--me gustas, me gustan en serio.
Y la vuelve a besar. A ella le toma por sorpresa, no esperaba que el guapo hombre se atreviera a tanto. Ella responde al beso. Mientras Benicio aún está saboreando ese beso ella le dice:
--me acostaré contigo.
él traga saliva.
--¿en serio?
Benicio está muy excitado. La joven le atrae y acostarse con ella es lo que más desea.
--pero con una condicion.
--la que quieras --dice él ansioso.
Por hacerle el amor Benicio está dispuesto a todo. En ese momento no desea nada más.
--que poses desnudo para mí.
Benicio la mira sorprendido:
--¿siempre eres tan directa? Si me quieres tener desnudo en tu cama no te andes con rodeos... Yo me desnudo para ti encantado --dice él divertido y guiñándole el ojo.
--no, no es eso... soy pintura, quiero pintarte desnudo.
Aunque no se toma muy en serio la propuesta de la joven dice:
--sí claro... ¿ahorita?
--No, claro que no.Tengo que buscar un estudio...

Kassandra y Benicio están deseando volver a verse. Kassandra ha alquilado un estudio a las afueras. Su abuela Dorinda está demasiado enfadada con ella así que no la puede descubrir. El principe llega puntual. Los dos se miran nervioso. Él le da un beso en la mejilla. Luego se quedan mirando sin saber qué hacer.
--¿y que hago?
Ella está con sus pinturas. Le fascinan tanto como el hombre que está apunto de desnudarse ante ella. Es un hombre muy atractivo. Nunca había tenido una belleza semejante cerca. Se concentra en el trabajo pero no excitarse y no ponerse nerviosa.
--sacate la ropa--dice sin mirarlo.
a él le excita la situacion
--¿asi en frio? sin invitarme a tomar nada?
--no estamos aqui de romance, no me quiero entretener, si mi abuela se entera de esto me mata... --le señala un biombo-- te puedes sacar la ropa ahi
--¿para que?me va a ver en bolas  igual.
Benicio se saca la ropa. Ella no mira.
--¿es que no me quieres ver desnudo? Si no me miras no sé como me vas a pintar.
--eres arte... solo arte --dice ella abrasada por el deseo.
Benicio está en boxers. Ella tiene que hacer un esfuerzo para no desmayarse. Nunca se había sentido tan excitada. Él también está muy excitado. Le gusta la manera en la que lo mira ella aunque trata de disimular. Ella le señala el calzoncillo y dice timida:
--todo.
Benicio sonríe excitado y se lo baja. Kassandra no se atreve a mirarlo directamente, sabe que no podrá evitar el deseo que la consume. Su voz suena temblorosa. Los dos están muy excitados. Ella le señala el sofá. Él se tumba. Ella le mira el trasero. Piensa que lo que siente por él está mal, se arrepiente de haber llegado tan lejos pero ya no se puede echar atrás. Benicio se siente excitado al estar desnudo ante esa joven que lo mira con timidez y deseo.
--sí, ya... ¿de que va esto?, en plan la maja de Goya.
--más o menos...--dice ella nerviosa.
él se pone como el cuadro. Ella le coloca los brazos. Están tan cerca... a él le gusta estar desnudo ante ella, a ella le gusta mirarlo aunque lo hace con disimulo.
--mira todo lo que quieras, no me importa --dice él pícaro.
--no me distraigas. --dice ella nerviosa yendo al lienzo.
los dos están muy excitados.
--si mi familia me viera en estas, se muere.
Kassandra sonríe. Busca algo. Le entrega un racimo de uvas.
--toma, para que no sea tan escandaloso, tápate. --dice con timidez...
él se lo pone en los genitales, la mira pícaro.
--asi está bien?
Ella hace que sí sofocada.







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